Es una planta fácil de cultivar que te recompensa con un buen rendimiento. Puede alcanzar una altura de hasta 1,5 m para deleitarte con cogollos y rendimientos de hasta 900 gramos, que desprenden un aroma profundamente dulce... Sin duda, ¡te transportará a una confitería de tu infancia!

El sabor se vuelve plenamente afrutado en boca, como zambullirse en un lago de cítricos, donde el pomelo emerge con bastante fuerza. Una auténtica delicia sensorial cuya guinda es un efecto eufórico y edificante que actúa como antídoto perfecto contra la tristeza, con un toque relajante que levanta cualquier estado de ánimo.